martes, 15 de diciembre de 2015

Los zapatos del metro

Pues señor esto era hace…….. poco tiempo, así como diez días, unos vagones del metro que llevaban a la gente de un lado para otro. Y sucedió que los zapatos no podían ni saludarse por lo deprisa que se movían ya que era una hora de esas que se llaman hora punta, o sea en esas horas en que más personas se mueven y caminan y corren y van a trabajar o al colegio o a lo que sea que vayan………..…

Pues el caso es que por fin pudieron situarse todos los viajeros con sus zapatos en el vagón, unos sentados y otros de pie…..… Y los zapatos se miraban unos a otros pues no se conocían mucho, aunque algunos eran de la misma marca y hasta del mismo color, y unos llevaban dentro calcetines y otros no….... y algunos eran botas de plástico para que no se mojaran los pies que llevaban dentro.……. y algunos hasta se pisaban entre sí, así poniendo un zapato encima del otro………… vamos como si les diera vergüenza que les miraran, y alguno hasta se quedaba sin pie dentro porque su dueño lo sacaba…………... uffff

Y así una vez sentados se contaron sus vidas pues, ya que como digo se miraban unos a otros, parecía que era mejor hablarse y contarse sus historias y sus caminatas………….

La zapatilla de deporte, que estaba en el segundo vagón del metro, fue la primera que se atrevió a hablar y lo primero que dijo fue: “¡Hola! ¿qué tal estáis?”- pues así ya con esta frase podéis comprobar que no era muy ingeniosa, aunque simpática sí era….

Los demás zapatos dijeron: - “Bien, bien…………”— y todos se callaron otra vez.

La zapatilla insistió: -“Pues yo que queréis que os diga, estoy hecha polvo, todo el día corriendo de acá para allá me tienen, y además que no me veo yo muy limpia ¿por qué? pues por lo visto, según dicen……… porque lo que se lleva son las zapatillas así como sucias o usadas…”

El zapato camper que estaba a su lado se movió un poquito con el fin de separarse y de que no le ensuciaran…… -“y de qué color dices que eres?”- dijo el camper en tono de suficiencia……

Zapatilla se dio cuenta de que con el camper no se podía hablar, era un cursi! Así es que se volvió hacia las botas katiuskas rojas que insistentemente la miraban y que estaban intentando hablar: “¡Hola!!” dijeron así muy alto…. “¡Hola!! Yo también llevo todo el día andando, es que hemos venido de turistas a la ciudad, por eso tampoco es que esté muy requetelimpia!!” dijo mientras guiñaba un lado…-“deseando estoy de que lleguemos al hotel y de que una vez limpita, me dejen descansar!!”

Zapatilla miró a Bota la mar de contenta, al fin podía hablar con alguien ¡!.

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