Había
ya pasado la Navidad y los Reyes Magos habían traído muchos juguetes nuevos y
lo cierto es que casi no cabían en la habitación de los niños, así es que,
aprovechando que los niños habían ido con la abuela al Zoo, decidieron tras guardar
el árbol y el Belén, recoger algunos juguetes y subirlos al trastero, y de paso
tirar los que estuvieran rotos y ya no valieran para nada, bueno sí para
reciclar sí que valían.
Uff
que trabajo estaban agotados.
Y
sucedió que mamá vio en un rincón, y así como si estuviera escondida, una caja
de música con la tapa un poco rota y desencajada. La cuerda aún funcionaba así
es que le dio vueltas a la llave. La bailarina comenzó a dar vueltas raras, como
si estuviera torcida, pero pudo comprobar que la música aún sonaba, y que
además se oía una vocecita lejana que intentaba cantar el cumpleaños feliz!!!
Mamá
no se sorprendió mucho, se acercó a la bailarina y le arreglo los piececitos
que estaban despegados, colocó la caja de música en la última caja que tenía
preparada para subir al trastero, y entonces sucedió que oyó como un quejido
volvió la vista hacia la bailarina de la caja de música y pudo ver como dos
lágrimas resbalaban por la ya despintada carita, así es que de nuevo limpió lo
que parecía llanto y colocó a la caja de música y a su bailarina sobre la estantería azul y fue entonces cuando le
pareció notar que la carita de la bailarina sonreía…….
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