Autor:
Manuel, 6 años
Érase
una vez un niño en una piscina con un flotador. La piscina estaba muy sucia y
el niño, que estaba en la piscina, no se dio cuenta que habían quitado el tapón
y… se fue por el desagüe.
Aunque
el agujero del desagüe era muy pequeño, no se sabe muy bien como pudo colarse
por él.
El
caso es que ¡el niño disminuyó de tamaño y se hizo pequeñito!.
Y
pasó que, cuando iba por las cañerías, se encontró a unos bichos rojos con
puntos negros que parecían mariquitas.
El
niño dijo, casi llorando, que quería volver a su hogar.
Los
bichos le entendieron y, entre todos, le ayudaron a volver a su casa.
Al
salir por el desagüe de la piscina se puso de pie, porque ya no había agua, y
comprobó que volvía a ser tan grande como antes.
Cogió
su flotador y se fue a su casa.
Y
fin de la historia.
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