jueves, 7 de enero de 2016

Perico quiere subier en una pompa de jabón

Los niños sonreían… y hacían pompas de jabón…. que subían y bailaban bajo el sol. Cuando explotaban aquello era como el arco iris… las pompas se multiplicaban y se hacían de colores brillantes, irisados… todos danzaban intentando coger alguna… pero ¡no había manera! ¡cómo se escabullían!.

Aquel día iba a ser distinto.

Amaneció con un sol espléndido. Un sol que empujaba a la luna, pues esta parecía pretender quedarse para ver el panorama….

Perico le dijo a su abuelo que era un buen día para hacer pompas. Todos cogieron sus pomperos, los más grandes, cada uno de un color. Las niñas de color rosa y los niños de color azul.

Ya en el parque, todos lanzan pompas grandes que se chocan, saltan, explotan, se desvanecen…. “a mí lo que me gustaría –dice Perico- es montarme en una pompa y ver el parque desde arriba…..” “¿Sabes una cosa?”, dice el abuelo, “que tú puedes hacer lo que quieras. Si te lo propones y trabajas por ello. ¡Hasta subir en una pompa!”.

Y Perico subió…..¡claro que subió!. Se metió dentro de la pompa más grande y colocó sus manitas en sus paredes mientras se reía sin parar… la pompa empezó a subir y dar vueltas… ¡qué bonito se veía todo desde arriba!. Todos aplaudían entusiasmados.

Todos terminaron haciendo lo mismo… ¡qué bien se lo pasaron!.

¿Sabes?, dijo el abuelo, no hay que pensar en cuánto te cuesta conseguir alguna cosa… sino en cuanto lo deseas… y ¡hacerlo!.

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