jueves, 26 de septiembre de 2019

La oveja Trisqui y María


Érase, una vez, un mundo habitado por las ovejas del sueño…. sí, esas que cuentas antes de dormir… Pues una de ellas, que se llamaba Trisqui, estaba harta de hacer siempre el mismo recorrido…. así que, esa noche, mientras todas pasaban en fila por delante del que quería dormir, Trisqui se salió de la fila y se escapó. Corrió y corrió tanto que llegó hasta el campo.
Allí se encontró con una casita. Entró en ella despacito, despacito…. pues no sabía con que se podría encontrar. Una vez dentro oyó una voz que decía “¡anda ovejita, pasa!”.
Trisqui entró y allí una niña le dijo: “¡ven ovejita, ven… que vamos a jugar!”. Pero a Trisqui le dio mucho miedo, pues era la primera vez que hablaba con una humana. Sin embargo, la niña que se llamaba María, era muy cariñosa y se acercó a la ovejita y le pasó su mano por el lomo……
Trisqui sonrió por fin: ¡María y ella ya eran amigas!
Pasó el tiempo hasta que un día Trisqui oyó como dos ovejas lloraban sin parar cerca del jardín de María…. ¡eran sus padres que estaban sufriendo por su desaparición!
Trisquí le dijo a María que no podía seguir allí, pero que, algún día, volvería. Entonces se fue por la parte de atrás de la casa y corriendo se acercó a sus papás que, llorando, abrazaron a la ovejita y se fueron deprisa, deprisa, hacia el jardín de los sueños.
Texto y dibujo: Sofía S.V.


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