Pues señor esto era una vez un pueblo muy
pequeñito, de esos de los que dicen que se han quedado “vaciados” …. Pero no de
cosas … sino de personas… sí de personas que ya no quieren, ni pueden vivir
allí. Y eso es porque, dicen, que ya no tienen trabajo, ni tren, ni banco, ni
Iglesia, ni colegio… aunque, la verdad, lo que no hay allí son niños….
El caso es que a ese pueblo que os digo, de
nombre Villaroca, le pasaba todo eso. La última familia que quedaba allí tenían
una hija pequeña que se llamaba Alejandra.
Alejandra se aburría un poco, porque no tenía
amigos con quien jugar… así que, decidió arreglar ese problema. Y ¿sabéis lo
que hizo?, pues como dibujaba genial se puso a hacer caretas de niñas y niños.
Así ella se colocaba cada día una de ellas y se ponía a hablar con voces
diferentes como si en realidad fueran niños distintos……. Al rato se la quitaba
y, ya con su cara, contestaba a la de la careta….
Un día su papá oyó hablar a alguien en la casa….
¿Quién podría ser?, ¡era imposible que hubiera allí una niña que no fuera Alejandra!
Así que, muy despacito, se acercó a la habitación de su hija y miró. ¡Allí
estaba Alejandra con una cara distinta…..! ¡O ¿es que no era Alejandra…?!,
porque su voz no era la misma y hablaba como de otra manera…..
Cerró la puerta, un poco triste en el fondo….
pensó “tenemos que irnos de este pueblo, Alejandra no es feliz…”
Otro día le pasó lo mismo a su madre…. Oyó
risas “distintas” y pensó ¡qué bien han venido niños nuevos! y se fue corriendo
a la habitación de Alejandra…. Pero, cuando abrió la puerta vio a su hija con
¡una careta! Y hablando sin parar… como si contestara a alguien.
“¿Qué haces Alejandra?” … “¡Nada mamá… estoy
hablando!”. “¿sola?” dijo mamá… “No hombre, no estoy sola… hoy estoy con Lara,
que me está contando cosas muy divertidas”…
Mamá también se puso triste… y no quiso entrar
en la habitación… ya se imaginaba lo que estaba pasando… pero no tenía mucho
que hacer para solucionarlo…
Por la noche hablaron papá y mamá y decidieron
que lo que había que hacer es hablar con Alejandra. Y así lo hicieron.
Alejandra se rio un montón cuando vio tan
preocupados a sus padres. “No os preocupéis, les dijo. A mi este pueblo me
gusta…. aunque no tenga río… y las caretas las uso para divertirme y hacer
voces distintas. El año que viene ya iré al cole del pueblo grande…. y tengo
que practicar eso que llaman “relaciones sociales con el resto de
compañeros”…ja ja.
Los tres se dieron un gran abrazo… aunque
decidieron que deberían irse al pueblo grande…… a vivir, aunque les diera a los
tres muchísima pena.
Dibujos: Blanca S.V.
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