Aquel
día Gonzalo no fue al cole, la razón era que había estado malito por la noche y
mamá le dijo:- “Gonzalo hoy no irás al cole, te quedarás en casa”-
Gonzalo
primero se puso contento pensando que ¡qué bien jugaré con mis juguetes!....
Al
cabo de media hora se aburría un poco, la verdad, así es que decidió contarse
un cuento, sí de veras, contarse un cuento a sí mismo.
Y
el cuento era así:
Un
día un niño se asomó a su ventana, pues le parecía oír como si alguien llorara
y fue entonces cuando pudo comprobar que el árbol ese que estaba cerca de su
casa, sonaba como si llorara….
El
árbol tenía todas sus hojas, y eso que ya era otoño y empezaba a hacer algo de
frio……… el niño bajó al jardín y preguntó al árbol qué le sucedía. El árbol le
dijo que sus hojas no se caían y que le pesaban mucho, ya que estaban así como
muy secas, y que le dolía todo el tronco.
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