jueves, 19 de octubre de 2017

El niño que se quedó solito


Aquella mañana, al levantarse  de la cama, Antoñito se extrañó de que nadie en casa lo hubiera despertado.

Miró el reloj ese que está en la pared y sorprendido vio que eran las diez, al menos eso parecía: -“Igual está parado”-, pensó. 

El pequeño corrió por la casa pero no había nadie en ninguna de las habitaciones….-“que raro” y empezó a inquietarse la verdad……

Y entonces fue cuando recordó que ayer antes de acostarse (enfadado) había gritado a sus hermanos y había dicho a su madre: “ojalá estuviera solo”-, y así se acostó con ese deseo……… entonces, al recordarlo, empezó a sentirse fatal y comenzó a suplicar mientras rezaba:

–“Por favor por favor que ya siempre me portaré bien y seré obediente, pero no quiero estar solito”- y cerró los ojos…… y al abrirlos resultó que vio a su mamá que con suavidad le despertaba:

-“Vamos Antoñito que es tarde levántate”-

Antoñito se levantó y siempre siempre se portó bien.


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