viernes, 12 de junio de 2020

El arco iris de Sofía

Pues señor esto que te voy a contar, sucedió en los días esos del coronavirus, que era un bicho pequeñito que te podía hacer mucho, pero mucho daño. Por eso, todo el mundo tenía que estar metidito en su casa y con la puerta bien cerrada, no fuera a ser que ese bicho malo se metiera por dentro de tu cuerpo. A ese tiempo de no salir lo llamaban “cuarentena”.

Los amigos de Sofía, para entretenerse, habían hecho unos dibujos con el arco iris y muchos muñequitos colgando. Y luego se lo enseñaban unos a otros con las tabletas o los móviles, o de balcón a balcón si era pintado sobre papel y, claro, según donde estuviera cada uno.

Pero aquel día llovió, llovió tanto que apareció el arco iris ¡el de verdad! en el cielo. Era tan grande que Sofía pensó ¡vaya buen columpio que podría ser!. Y ni corta ni perezosa se puso a llamar, a voz en grito, desde el balcón a Manuel, Rocío, Camino, Pedro, Gonzalo, Olaya, Bruno, Almudena, Daniel, Regina, Paloma, Blanca, Pastora, Ángel, César, Coro, Asís, Bosco, Samuel, Eduardo, Benjamín…… a todos!.

“Pero ¿qué haces?” dijo mamá, “pues que necesito que vengan que se me ha ocurrido algo muy divertido…” dijo Sofía.

Como te podrás imaginar mamá le explicó a Sofía que eso era imposible, que estaba prohibidísimo salir a la calle. “Ya lo sé mamá, se trata de que todos hagamos un mismo dibujo y luego los coloquemos como si fuera un columpio y nos colgamos de ellos….”

“Anda, anda” dijo mamá “no digas bobadas”. “Bueno, ¿pero lo puedo hacer?” preguntó Sofía…. Mamá contestó a Sofía con un “sí”, así como a regañadientes….

A todo esto, ya estaban asomados a sus balcones todos los niños…. Que estaban, por cierto, superaburridos. Y se pusieron a cantar eso de “resistiré”, que es una canción de un grupo que se llama “Dúo Dinámico” y que le había dado a todo el mundo por cantar en aquellos días.

Sofía les dijo “¡hola, qué tal estáis?!” y todos contestaban también gritando “¡Biennnn!” (esto como lo de los famosos payasos de la tele), al tiempo que tocaban unos la trompeta y otros la pandereta, que era lo que tenían de cuando cantaron villancicos en Navidad…

Y, de repente, una especie de angelito pasó por allí y tocó la trompeta y le guiñó un ojo a Sofía. Y un montón de angelitos se pusieron a tocar sus trompetas y todos los niños salieron a los balcones y saltaron a los arcos iris que había…. que eran muchísimos y los angelitos lo sujetaban fuerte fuerte, no fuera a ser que los niños se hicieran daño.

…Bueno, esto es lo que les hubiera gustado, pero lo que en realidad pasó es que todos los niños sacaron sus grandes dibujos de arcos iris y colocaron encima a sus dibujos…. ¡de ellos mismos!, y así parecía que se estaban columpiando. ¡Fue genial!

Manuel sacó su trompeta y se puso a soplar y entonces todos los niños soltaron los dibujos y fue como si todos estuvieran, de verdad, columpiándose en el arco iris.

Uff, menos mal que había dejado de llover.

Dibujo de Sofía



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