Había
una vez en un jardín, un gato de color gris que tenía los ojos grandes, pero
muy muy grandes. Tan grandes los tenía que la gente lo confundía con un búho,
por eso le llamaban Buhito.
Pues
bien resulta que como Buhito tenía los ojos tan grandes pues veía más que los
demás gatos y siempre ayudaba a todos a encontrar a los ratones pues con sus
grandes ojos eso que lo veía todo. Así que todos vivían muy contentos y se
ayudaban mucho entre sí, pero resultó que un día llego a la comunidad de gatos
un gato negro enorme de grande, que quería mandar sobre todos los gatos que
allí había:
-“Tú
el rubio, sube a la escalera”
“Tú
el pardo baja las escaleras”
“Tú
el de los ojos ridículos, al estanque”.
Hablaba
con tanta autoridad y tan alto que todos los gatos estaban asustados y le
obedecían sin rechistar…..
Pero
resultó que los ratones empezaron a hacer de las suyas, y como los gatos
estaban asustados y solo se preocupaban de hacer caso al gato negro pues eso,
que hacían lo que querían y se comían el queso de las casas y todo……
Un
día Buhito reunió a los gatitos y les dijo:
-“No
estamos haciendo bien nuestro trabajo, solo porque estemos asustados no es
motivo para no hacer lo que debemos, ale! se acabó de estar asustados y tener
miedo”
Todos
los gatitos se dieron cuenta de que el miedo solo conduce a hacer las cosas mal
y así fue como comenzaron a hacer lo que debían sin miedo y sin hacer caso del
gato negro…..
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