Esto
era una vez una niña que vivía en una pobre casita. Un día, para la merienda de
su cole, su mamá le había preparado un bocadillo de jamón.
Pero
sucedió que, cuando la niña quería comer el jamón y morderle, el jamón se
escurría para abajo.
La
niña mordió el pan pero notó que el jamón ¡no estaba!... ¡se había escondido en
el pico del pan!
Y
fin, porque la niña se dio cuenta que el jamón no quería que se lo comiera… (y
además ella tenía fiebre…)
Ja, ja...¡que bueno! ...eso es que la lonchita era ¡demasiado fina!....besos.
ResponderEliminar