Aquella noche hacía mucho frío, tanto que hasta las estrellas encogían sus puntas, así como para dentro y parecían bolas más que estrellas…. y además que se escondían entre las nubes como queriendo que les abrigaran, no sé cómo ni con qué la verdad, pero el caso es que se acercaban mucho mucho, y es que hacía tanto frío…… tanto que aquella estrella pequeñita solo tenía ya dos puntas y se sentía un poco mal, y además que se estaban riendo de ella, yo creo que estaba muy triste…..
Entonces fue cuando la Estrella más respetada y
la que más brilla y que además era la que llevó a los tres Reyes Magos hasta el
pesebre donde el niño Jesús estaba cuando nació, acercándose despacito le dijo
a la estrella congelada:
-“No te preocupes saca las puntas que yo te
calentaré con mi luz”-
-“Gracias"- contestó la estrella congelada, y así fue como le fueron saliendo las
siete puntas de nuevo y pudo ayudar y orientar a los pastores hasta el Portal
de Belén.
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