Esto de los “motes” a veces no tiene mucha gracia, la verdad… y eso es lo que le pasaba a Felipe.
Sus hermanos, tenía tres, todos mayores que él,
comenzaron a llamarle pollo por lo rubio que era, que tenía el pelo amarillo,
pero amarillo amarillo…. Al principio a Felipe le daba igual pero cuando llegó
al colegio y empezaron a llamarle “cara pollo” la cosa empezó a molestarle y a
veces hasta lloraba el pobre….
Pero un día cara pollo, tras hablar consigo
mismo, decidió que estaba harto y que debía acabar con eso (eso era que le
llamaran cara pollo).
Y así fue: lo primero en casa habló con sus
hermanos y les explicó que ya estaba bien y que era mayor (tenía ya 7 años)
para que siguieran llamándole así, los hermanos estuvieron de acuerdo y hasta
le pidieron disculpas.
Después ya en el colegio pidió a todo niño que
se encontraba que dejaran de llamarle pollo, que su nombre era Felipe y les
contó la vida de San Felipe Neri y que este santo estaba muy triste por el
desprecio que suponía no nombrarle……………….
Todos estuvieron de acuerdo y hasta le pidieron disculpas.
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