martes, 27 de febrero de 2018

¡Eh... diente... suéltate!


(Autora: Blanca)

Te voy a contar la historia de un diente…. sí, sí de un diente de una niña así como tú. Se llamaba Ana aunque todo el mundo le dijera Pelusa… que era como su mamá le llamaba desde pequeñita. Y todo porque era muy delgadita… “muy poquita cosa” decía su tía Paquita que era un poco antipática, la verdad.

A Pelusa, que entonces tenía 9 años, se le movía muchísimo un diente…. bueno era una muela y por mucho que ella intentara con su lengua y su mano derecha que se soltara ya…. no había manera.

Aquel día, al volver del cole, se fue a casa de su abuelo y le dijo que hiciera algo con ese diente que no se quería soltar.

Su abuelo le dijo que, si ella quería, le ataría un hilo en el diente y que luego tiraría y que así se caería ya de una vez.

Y así pasó. Una vez que estaba atado y bien atado el diente, el abuelo le dijo a Pelusa que sujetara el hilo por abajo que ya tiraría él por arriba.

“¿Preparada?”, dijo el abuelo, “¡preparada!” gritó Pelusa. ¡UY lo que sucedió! Al diente le salió como una capa de “Superman” y dos bracitos y arriba del todo como una carita y una enorme boca que no hacía más que reír y reír.

Pero el caso es que Pelusa seguía sujetando el hilo y aquel diente se puso a subir a subir y Pelusa que no soltaba el hilo… y allá que se fue detrás del diente…. la niña gritaba “¡eh diente suéltate, que te sueltes, que te sueltes….!”

Menos mal que su abuelo agarró a la niña de una pierna y con unas tijeras cortó el hilo… Y el diente allá que se fue para arriba con su capa de Superman……

Luego el diente empezó a bajar y Pelusa lo cogió para ponerlo debajo de la almohada, pues si no el ratoncito Pérez no le podría dar algo a cambio.

Y a la mañana siguiente Pelusa se encontró 10 euros debajo de su almohada. ¡Qué contenta se puso! También había una nota que decía: “puedes comprarte lo que quieras” y la firma del ratoncito.



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