lunes, 20 de febrero de 2017

Tolita quiere ser ordenada


Pues señor, aquel domingo Tolita se levantó mucho antes que de costumbre. ¿Y por qué sería si no había cole?, pues muy fácil, era porque el día antes le había dicho a su mamá que el domingo empezaría a ser ordenada.

Así que, la noche antes a aquella mañana, Tolita puso el despertador. Era redondo, de color rosa y representaba una cara sonriente…. La música para despertar cantaba eso de: “despierta mi bien, despierta… mira que ya amaneció…” mientras la carita sonriente abría y cerraba los ojos y la boca hacía como que cantaba.

Tolita abrió un ojito y luego otro, estiró sus brazos y dijo eso de “¡Ah Ah Ah!” no sé cuántas veces… mientras se pensaba si se levantaba o no….. Pero sí, se levantó porque lo había prometido. ¡De hoy no pasaba para empezar a eso de ser ordenada!

Pegó un salto y ¡casi se cae al tropezar con los patines que había dejado por ahí tirados! “¿Ves tú?, dijo de pronto el despertador, esto te pasa por no haberlos dejado en su sitio”.

La frase, como os imaginareis, no era suya era justo lo que le hubiera dicho su mamá en ese momento. Así que, aunque al principio se asustó, se río un poquito, hizo como que no lo había oído y siguió apartando todo lo que tenía por el suelo.

Después, sin hacer ruido, empezó a recoger lo que estaba “fuera de su sitio” porque, como dice siempre su abuela, “todo tiene su lugar y, si después de usarlo lo devuelves a su sitio, no te costará nada ser ordenada….” ¡Uy, pero esto no lo dijo su abuela! ¡otra vez el despertador volvió a soltar una parrafada!. ¡Qué pesadito se estaba poniendo!.

Tropezó con la mochila del cole… abierta y con todas las cosas esparcidas por el suelo…. “otra cosa que deberías hacer cada día, antes de ir a la cama…. ordenar la mochi”. Esta vez ni le miró al despertador… total ¿para qué? Si iba a estar dándole la murga hasta que terminara.

Así que, de momento apartó todas esas cosas con un pie, mientras buscaba la puerta de su habitación.

¿Os sorprende, verdad?. A mí también me sorprendió muchísimo cuando me lo contó. “¿Cómo - le dije - que no veías la puerta por culpa de todas las cosas que tenías tiradas?. ¡Increible! Y ¿entonces qué hiciste?”.

Tolita me contó que, en ese momento, se prometió así misma que si conseguía salir de la habitación se volvería ordenada….

“¡Piensa en un método, piensa en un método!”, repitió mil veces el despertador. Claro, se dijo Tolita, un método eso será lo mejor… empezaría por ir poniendo cada una de las cosas que se iba encontrando junto a otras del mismo orden, por ejemplo: zapatos con zapatos; jerséis con jerséis; calcetines con calcetines; libros con libros; juguetes con juguetes… Y así hasta conseguir tener todo colocado en montoncitos… bueno más bien montonazos… que ¡la de cosas que había ido tirando por el suelo!.

Y, al fondo de todo aquel lío de cosas, vio ¡por fin! la puerta de su habitación…. ¡Uff!, se dijo, menos mal!, ahora colocaré todo en el armario…. ¡en su sitio!....

Tolita oyó de lejos unos aplausos…. creo que eran del despertador.

(No sé por qué Tolita recordó a Julio Verne y sus “dos años de vacaciones”….. aquellos chicos que naufragaron y consiguieron, con inteligencia y valor, sortear todas las dificultades con las que se encontraron.)

 

lunes, 13 de febrero de 2017

Lo que pasó


Me ha contado un amigo

que esta tarde se ha encontrado

a su vecino de al lado.

Le ha dado una flor

¡Qué encanto de señor!




Después fueron al zoo

Aunque él me ha contado

que hubiese preferido

no haber ido

porque un camaleón

se comió un poco

de su pantalón

 


También fueron al teatro

Allí estuvieron un buen rato

se lo pasaron muy bien

¡Hasta encontraron un ciempiés!

 

(A Blanca, autora, le gusta Gloria Fuertes…)


lunes, 6 de febrero de 2017

Un lago con peces


Había una vez en un pueblo de Madrid un extraño lago, que apareció después de llover y llover, y resultó que un montón de agua se quedó rodeada de tierra y no se quiso ir. Entonces fue cuando llegaron Sofía, Olaya, Gonzalo y Pedro y vieron lo que pasaba:

-“¿Esto es un lago?”- preguntó Pedro 

-“Sí, creo que sí”- contestó Gonzalo –

-“Aunque es raro que esté vacío, mira no hay peces”- comentó Sofía

-“Anda pues es cierto, ¿Qué hacemos?”- dijo Pedro mirando a sus primos

-“Pues está claro”- dijo Olaya- “¡lo llenaremos de peces!!”

-“Ah vale!”- contestaron Gonzalo y Pedro, mirándose entre ellos sin tener muy claro lo que podían hacer para remediar la situación……………

-“Ya está, vamos al Súper”- dijo Sofía que siempre sabía qué hacer.

Así es que comenzaron a andar en dirección al supermercado del pueblo, sin duda convencidos de que allí encontrarían un montón de peces, a ser posible de colores, para poder llenar aquél lago vacío y solitario.

Cuando llegaron a la tienda y preguntaron por los peces se llevaron una desilusión, pues los peces estaban así como más bien para cocinar vamos, no para nadar…. o sea que no se movían ni nada, que parecía que no tenían vida……. así es que los cuatro primos se miraron entre ellos preguntándose con la mirada ¿y ahora qué hacemos?…..

Pensando y pensando llamaron por teléfono a una de sus madres (ahora no recuerdo a cual….) y le contaron lo que pasaba, y la mamá salió corriendo (creo que ya sé quién era……) y se fue a una piscifactoría y compró a los niños cuatro preciosos peces de colores y se los llevó que esperaban ansiosos el momento.

Soltaron los peces al lago, no sin antes aprender algo de los peces: por ejemplo: que son vertebrados, que viven en el agua, que su vida puede llegar hasta los tres y cinco años, que respiran a través de lo que se llaman branquias y que son ectotérmicos……….

Asombrados y con gesto incrédulo se miraron entre ellos:

-“¿Cómo? “-dijo Gonzalo-“ ¿ecto qué????”-

Y entonces fue cuando les explicaron esto: que los peces se adaptan a la temperatura ambiental donde se encuentran…. Eso significa ectotérmicos.

-“¡Que morro!”- Dijo Pedro

-“Total! ”- dijo Olaya.

-“Sí, que suerte”- apostilló Sofía.

Bueno que fue entonces cuando se dirigieron al lago vacío, cada cual con su bolsa de agua y con su pez dentro, dispuestos a salvar el mundo…. (eso parecía viendo sus pasos decididos…)

Llegaron y al mismo tiempo echaron los peces al Lago vacío, los peces salieron como locos nadando a derecha e izquierda, la verdad se les veía contentos y felices, y lo mismo ocurría con los niños que estaban felices: habían salvado al Lago vacío…. Bueno ya vacío nunca más………………… Y esto es lo que pasó aquel día.