jueves, 15 de junio de 2017

El avión de Pedro


Pues señor esto era una vez un avión que no era muy grande… bueno, era pequeño.

Aquel avioncito era de un niño que se llamaba Pedro.

Pedro había pedido aquel año a los Reyes Magos un avión. Pero ¡claro! él pensaba en un avión enorme… un avión donde pudiera meter todos sus clicks, su balón de reglamento….. ¡hasta subir él mismo con un poco de suerte!.

Pero no fue así. El día 6 de enero por la mañana fue corriendo a ver qué había pasado con su avión…. pero en el salón, que es donde ponen los Reyes Magos siempre los juguetes, no se veía nada.

Bueno, sí se veía, había un montón de paquetes…. todos pequeños ¡era imposible que allí estuviera su avión!.

Su papá le miró extrañado… Pedro siempre estaba alegre y era feliz abriendo paquetes…. así que le dijo que qué le pasaba, que si no quería abrir todos los paquetes que había por ahí con su nombre… ¡con lo que habían trabajado Sus Majestades!.

Entonces empezó a abrir cada uno de los paquetes….. hasta que llegó a uno que parecía un pájaro… “¡un avión!, dijo Pedro,….pero pequeñito yo no podré subirme en el” “yo creo papá que los Reyes me han engañado”… y se puso un poco mohíno.

Pero papá le dijo que se animara que se iban los dos al parque de enfrente de casa y jugarían con él….. “vale, dijo Pedro, medio lloriqueando”.

Así que para allá que se fueron papá y Pedro con el avión bajo el brazo. Cuando estaban ya en el parque, en la zona donde hay mucha arena, comenzaron a dar vueltas a las hélices del avión. Papá dijo que había que esperar a que hubiera una ráfaga de viento. Pedro no sabía muy bien por qué…. aunque enseguida se dio cuenta cuando, de pronto, papá levantó el brazo y soltó el avión hacia arriba.

“Guau, guau” dijo Pedro. Y es que era genial. El avión daba vueltas y vueltas, daba giros y las hélices parecían….. un ventilador: ¡eso!.

“¡¡Cómo sube papá, que avión más estupendo!!”  “¿sabes una cosa papi? ¡qué me encanta este avión! ¡qué suerte he tenido con los Reyes Magos!

Papá abrazó a su hijo y hasta se sintió un poco emocionado.



jueves, 8 de junio de 2017

El cuento que no sé por qué lo cuento


Pues señor este cuento, que no sé por qué lo cuento, empieza como todos los cuentos así:

Hace ya mucho tiempo, pero mucho, había un niño muy pequeñito que no crecía, o sea que se quedaba más bajito que sus hermanos y que sus amigos. Nadie sabía por qué.

Un día su papá le dijo:

- “Paquito ya has cumplido cinco años, así es que tienes que ir solito al cole “

-“Uff va a ser imposible” contestó Paquito, mirando para otro lado y así como sin hacer ni caso…..

Y pensó el papá de Paquito: Pero…. vamos a ver y por qué cuento, contar cuentos? Contar cosas? Uno, dos, tres…………………… no tiene gracia, y yo creo que hasta en voz alta lo dijo

A ver: que el cuento que te cuento no es el cuento que cuento cuando cuento cuentos, que es otro lo que te cuento………… pero nada que Paquito ya estaba mirando el IPAD.   

Deja de contar cuentos y cuenta una historia.

Pues ale! ya no te cuento el cuento que contaba el cuentacuentos.