Nadie
lo sabe, solo Gonzalo.
Sí
su cartera de ir al cole, sí esa de color rojo que en realidad es una mochila,
esa con el Noddy ojiplático pegado, y que le acompaña desde que, ya hace dos
años, comenzó a ir al “cole”; bueno pues el caso es que resulta que anda sola…………..
que sí, que sí que es cierto: que la cartera de Gonzalo anda sola, que tiene su
propio sistema para moverse: un motor pequeñito que solo conoce él, y que por
eso es por lo que Gonzalo mete dentro todo lo que quiere y no le pesa nada de
nada.
Hoy
ha decidido meter dos coches (uno azul y otro rojo que es un coche de bomberos
eh!) pues dice que así podrá compartir con sus amigos……………… Además lleva el
cuento de Ricitos de oro para contarlo en clase(en inglés of course…)
-
“No te pesa mucho?”- dice mamá
-
“No no” - contesta Gonzalo,
En
cuanto se mete por la puerta del colegio y mamá desaparece, Gonzalo se sube a
su cartera y sujetando las asas a modo de volante, gira por el patio de abajo y
da tres vueltas aprovechando que nadie le ve.
-
“Brumm Brummm” gruñe el pequeño motor…….
Nadie
le ve?…………….…. Bueno nadie…. nadie……...
Escondido
en la esquina hay un diminuto personaje de color azul y gorrito blanco. Gonzalo
gira hacia la derecha y luego hacia la izquierda y llega a la esquina y casi se
empotra contra la pared blanca:
-
“UFFF que susto me has dado Alfred”- dice Gonzalo
-
“Pero cómo has venido ¿te ha visto mami?”- continúa diciendo Gonzalo
-
“No, no me ha visto, pero es que yo me aburro solito sin ti!”- contesta Alfred
el pitufo
-
“Anda súbete a mi cartera antes de que te vean”- le contesta Gonzalo.
Por
cierto que Alfred es un pitufo muy amigo de Gonzalo, al que rescató de la
basura cuando en una de las batidas de limpieza y de………..… “mira esto que está
roto lo tiro”…. mamá decidió sustituirlo por otra cosa.
Gonzalo
baja de su cartera y se dirige hacia su clase. Todos los niños ya están dentro:
-
“Hola Gon!”- Le saludan sus compis de clase
-
“Hola chicos!”- dice Gonzalo, que por cierto lleva las mejillas coloradas y la
frente sudorosa.
Gonzalo
sujetando bien su cartera con las dos manos, se sienta en su silla algo
inquieto pues está notando los saltos que pega Alfred dentro de su cartera, así
es que está deseando que pasen las dos horas que faltan para salir a jugar al
jardín.
Y
así después de llenar de colores las figuras redondas y cuadradas y oír una
historia preciosa sobre policías y bomberos por parte de la Profe llega el momento
al fin! de salir al patio biennnnnnnn!! grita y aplaude en su cabeza………… o sea
así sin que nadie le oiga…
Gonzalo
baja corriendo las escaleras que llevan al patio, llevando su cartera muy
apretada contra su cuerpo, no sea que se vayan a caer los tesoros que lleva
dentro, y allí en el patio en una esquinita saca a Alfred de la cartera y
también saca un coche pequeñito y lo coloca junto a Alfred:
-
“Mira Alfred, este es tu coche”- dice Gonzalo
-
“¡¡Qué guay Gon!!”- grita Alfred.
El
pitufo se sube feliz a su coche y Gonzalo lo lanza por la cuesta esa del fondo,
el coche acelera y rueda a toda velocidad.
Gonzalo
se sube a su cartera y cerca ya de Alfred lo coge y lo pone en la cartera junto
a él, y aprovechando que han abierto la puerta del cole sale acelerando hacia
la calle, sube la cuesta que hay a la derecha y en un momento zas!! se planta
en el parque urbano de la esquina, y bajándose de la cartera y al tiempo que
mira alrededor, saca un pequeño bocadillo de jamón (procedente de su desayuno
¡huy como se entere mami!) y lo deja con cuidado sobre el banco que está en la
esquina.
Y
allí en el parque da tres vueltas al árbol ese que hay en el centro y vuelve a
bajar la cuesta, mira de reojo a ver si el niño se acerca al bocadillo, y
cuando está seguro de que lo ha cogido, dobla la esquina y entra en el cole,
justo a tiempo de que no le vean cuando Miss Paterson cierra la puerta, casi
enfadada por encontrársela abierta……
Gonzalo
se baja de su mochila/ cartera, y con ella a la espalda se dirige a su clase
sin pestañear y deprisa deprisa pues es casi la hora de volver a casa.
-
“Ufff casi no llego a tiempo”- piensa………………..